30 de noviembre de 2006

Contra el Sentido Común Penal


El sábado 2 de diciembre se realizará en La Plata, el Primer Encuentro Nacional de Organizaciones con Trabajo Carcelario. El temario girará en torno a la criminalización de la pobreza, la desmilitarización del tratamiento hacia los detenidos, y la porosidad de las cárceles hacia las organizaciones sociales. La jornada estará acompañada por una intensa actividad cultural.

“Nuestra práctica debe hacer innecesarios los códigos penales, los castigos, las prisiones y a los verdugos”. Ese es el lema con el cual Radio La Cantora, convoca al Primer Encuentro Nacional de Organizaciones con Trabajo Carcelario, a realizarse en La Plata, el próximo sábado 2 de diciembre. La jornada, tendrá lugar en el Edificio “Miguel Brú” de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, cito en calle 4 entre 43 y 44 de esa ciudad.

Los objetivos del encuentro giran en torno a tres ejes principales: estudiar la política penitencia en la república Argentina; discutir el rol de la organizaciones sociales en la problemática carcelaria; y generar una red de organizaciones que discuta y accione sobre las problemáticas de las cárceles en Argentina.

El promedio de edad de las personas privadas de la libertad en la República Argentina, es de 21 años. El 90% de ellos proviene de los sectores más sensibles de nuestra sociedad. Es decir, personas a las cuales se las ha condenado a muerte desde el mismo momento de su nacimiento. Jóvenes que han pasado a ser la materia prima, la moneda de cambio, de la Industria de la Pobreza. Miles de jóvenes argentinos son encarcelados diariamente por el delito de ser pobres.

El crecimiento geométrico de la población carcelaria, se relaciona directamente con otra de las industrias que movilizan la economía mundial por estas épocas. Por lo que no nos resulta difícil encontrar conexiones entre la violencia inherente a la pobreza extrema y las disputas del mercado de la droga o la desesperación del “niño” drogadependiente.

El Estado, el Capital, y la derecha política, reaccionan con más violencia frente a este conflicto. Se diseñan leyes cada vez más duras y se otorgan mayores poderes y presupuestos a las fuerzas de seguridad. El narcotráfico – entre otras tantas formas de disciplinamiento social- es demonizado como factor único de agudización de la violencia de los pobres, y legitima la represión hacia esos sectores.

Así, bastaría con reconstruir la larga cadena de instituciones, funcionarios, informes situacionales, listados de asesores en seguridad, criterios judiciales, debates parlamentarios, misiones oficiales, coloquios de expertos, libros académicos, conferencias de prensa, artículos periodísticos y notas televisivas, que en nombre de la defensa de la seguridad pública, la garantización de la integridad y el patrimonio de la ciudadanía, han instalado socialmente una especie de “sentido común penal”, que establece que no hay derecho igual para hombres desiguales.

La connivencia del Poder Judicial argentino con este razonamiento, se empara tras horizontalidad y amplitud de criterios que poseen los jueces de la nación y las provincias a la hora de tomar decisiones. Tal amplitud de criterios, perjudica en el 98% de los casos al mismo sector social: el más pobre; y mientras que cada “niño pobre” encarcelado, le cuesta al Estado Nacional una partida que ronda los mil pesos, de los cuales a los detenidos llegan sólo migajas. Sólo las grandes masas de dinero que se movilizan diariamente dentro de la estructura judicial, que incrementan las arcas de los jueces y funcionarios judiciales adictos a las consignas de mano dura y militarización de las calles, bastaría para palear todas las necesidades de alimentación, educación trabajo y salubridad, que padecen las familias argentinas por “debajo de a línea de pobreza”.

Esta nueva doctrina de “Seguridad nacional” requiere para su puesta en marcha, unificar e integrar la operación de todas las corporaciones policíacas de los países del continente, y reformar los Códigos Penales para hacer más duras las penas. Significa también, más toma de deuda para financiar las reformas en las estructuras de seguridad y, más fondos para programas de lucha contra la violencia y prevención de las adicciones en las organizaciones comunitarias.

Este nuevo sentido común penal, criminaliza la pobreza, regulariza y normaliza el trabajo asalariado precario a nivel internacional, a imagen y semejanza de una ideología económica y social basada en el individualismo y la mercantilización, de la que es, en materia de justicia la traducción y el complemento. Argentina y Latinoamérica, no escapan al régimen que deriva de este “marketing del rigor penal”, que empuja al alineamiento planetario de las políticas públicas con esa encarnación histórica particular de la utopía neoliberal.

En nuestro país, miles de jóvenes pobres, “condenados a muerte” por el proyecto económico, “sobremueren” en cárceles superpobladas, en los suburbios de las grandes ciudades y en las calles. Estos jóvenes funcionan como chivo expiatorio, ya que sobre ellos se está canalizando toda la agresividad latente en los sectores de la derecha integrista, católica y militarista, que añora y reivindica la última dictadura cívico-militar. En estos “niños-pobres”, se materializa la materia prima de la industria de la pobreza.

La organizaciones sociales que llevan adelante diferentes trabajos dentro de las cárceles, pondrán en discusión también la desmilitarización del tratamiento de los detenidos. Aunque luchemos por abolir el negocio carcelario, éstas existen. El único derecho que pierde la persona privada de su libertad, es precisamente el de su libertad ambulatoria. De allí decanta que a la persona detenida, le corresponden el contacto fluido y cercano con su familia; el derecho a completar o iniciar sus estudios, trabajar por un salario digno; a tener la atención médica, psicológica y de asistencia social; y tiene derecho a una cárcel sana y limpia como establece el Art. 18 de la Constitución Nacional, en beneficio de su propia seguridad.

En términos formales, quién se encuentra privado de la libertad, ésta atravesando un período de recuperación y readaptación que le permita a esa persona la pronta resocialización una vez en la calle. En Argentina, quienes desempeñan esta tarea de “resocialización” son el Poder Judicial, desde el momento que dispone de una persona; y el Servicio Penitenciario Federal o Provincial, quién debe proteger y asistir al detenido durante su condena.

Si al lector curioso se le ocurriera examinar cuál es el desempeño –por ejemplo- del Servicio Penitenciario Bonaerense en esta humanitaria tarea, basta con ojear alguno de los informes publicados por el Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria. Informes que fueron presentados ante el Presidente Kirchner y el Gobernador Felipe Solá en sus respectivos despachos. En dichas páginas, se multiplican las formas de hostigamiento y tortura van desde las agresiones físicas a las psicológicas, y las denuncias de muertes se multiplican por docenas. Esa es la respuesta del personal penitenciario a los requerimientos de los internos.

O mejor, acuda a las páginas de un informe realizado por la misma Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires (realizado en 2005), y podrá encontrarse con las siguientes cifras: según información brindada por el Servicio Penitenciario a la Secretaría de Derechos Humanos, en la Unidad N° 9 de La Plata, con una población de 1433 personas, se consumían 18.657 dosis de psicofármacos por mes. Haciendo una proyección y tomando datos generales, comprobamos que, siendo la población carcelaria de casi 35.000 personas en la provincia, se consume un total de 378.000 pastillas tranquilizantes por mes en toda la provincia de Buenos Aires. En la Unidad N° 8 de Los Hornos, con una población en 2005, de 209 mujeres, se consumían 6.520 psicofármacos. En la Unidad N° 3 de San Nicolás, con una población de 543 detenidos, el consumo era de 8.460. La Unidad N° 29 poseía entonces una población de 157 internos y el consumo ascendía a 7.434 pastillas. Cabe aclarar que las cifras no cuentan el consume que deriva del tráfico de estupefacientes.

Otra de las formas de hostigamiento y que provoca graves consecuencias a los privados de la libertad y a sus familias, y que involucra a otro de los grandes negocios del Servicio Penitenciario, es la desmedida cantidad de traslados, que generan a su vez exponenciales costos de financiamiento. La División Traslado de Detenidos insume un promedio mensual aproximado de 60.000 pesos en vales de nafta (1.520 vales), 10.000 pesos mensuales para reparación de automotores, a los que debe sumarse los sueldos y viáticos del personal. En el rubro viáticos se destinan 120.000 pesos mensualmente. Son 245 las personas que allí se desempeñan, incrementándose este número los días viernes, con personal de otras unidades. Durante el año 2004 la División Traslados de Detenidos efectuó 114.222 desplazamientos de detenidos. Hay internos que no alcanzan a estar 15 días en una unidad. Es decir, sus vidas son de transito, lo que provoca secuelas psíquicas y físicas graves, tanto para él como para su familia.

A este estado de las cosas, las personas se convierten en rehenes del Servicio Penitenciario y del Sistema Judicial Penal. No existe un proceso de resocialización real, mientras éste sea administrado, dirigido y acompañado por el mismísimo verdugo. También las cifras dejan a las claras, la necesidad de las desmilitarización del tratamiento. La persona privada de su libertad debe estar acompañada desde el primer día que ingresa a un establecimiento carcelario, por personal idóneo en la tarea a desempeñar, y que no pertenezca a la Fuerza Penitenciaria. Y para ésta, sólo la custodia del perímetro.

La Porosidad de las cárceles hacia las organizaciones sociales, se hace más necesaria que nunca, a la vista de estas cifras. Mientras más ojos vean, menos manos robarán y pegarán; a mayor contacto con el mundo exterior, mayores posibilidades de resocialización posee la persona privada de su libertad.

El 1º Encuentro Nacional de Organizaciones con Trabajo Carcelario, contará además con la presencia de prestigiosos oradores como el Criminólogo Argentino y ferviente abolicionista Elías Neuman, Hugo Cañon de la Comisión Provincial por la Memoria, Rodrigo Borda del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Oscar Rodríguez de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), acompañados por la Coordinadora del Proyecto de Comunicación popular radio La Cantora, Azucena Racosta, junto a personas detenidas y liberadas que participan del proyecto.

La jornada además, contará con una intensa actividad dónde se expondrán tres diferentes muestras plásticas: “Panes” de María Suárez, ex detenida e integrante de Radio La Cantora; Carlos Giusti, destacado artista plástico, con su muestra “Testimonios”, que refleja la devastación sufrida por el pueblo argentino durante la última dictadura cívico-militar y sus consecuencias. También expondrá el grupo “Artistas Entre Rejas”, integrado por internos de la cárcel de Villa Devoto.
Participará además el Colectivo de Arte Popular “La Salamandra” de Viedma, Provincia de Río negro; y como cierre, se presentará el grupo de percusión argentina Kamaruco, dirigido por el percusionista Fabián Tejada. Las actividades comenzarán a las 9 Hs., y la jornada está abierta para todo público.

ARTE


En el “1er Encuentro de Organizaciones con Trabajo Carcelario”
Facultad de Periodismo y Comunicación Social.
Calle 4 entre 43 y 44, La Plata, Buenos Aires.
Sábado 2 de diciembre desde las 9hs. a las 21.30hs.


Panes de María Suárez. Integrante de La Cantora
La exposición se conforma con quince cuadros de grandes proporciones y una instalación.
Hierros, vidrios, plástico, huesos, juguetes, cajones de verdura encuentran su lugar, se acomodan y forman parte del ballet que nos habla de unos niños que en la soledad de esos cuadros desean pan, comen pan, juegan con pan, son bombardeados con pan, ven a los panes volar.
Las palabras no están ausentes, ya que María utiliza el apoyo textual a través de canciones, versículos de la Biblia, el Himno nacional y las definiciones del diccionario.
Ella se encarga de decir con palabras de todos, con las cosas ya dichas una y otra vez, recitadas de memoria y gastadas por el mal uso. Pero en el nuevo contexto adquieren la contundencia de un cross a la mandíbula.
En su serie Panes, María Suárez logra hablar de la desigualdad, del abandono, de la discriminación, de la violencia, y lo hace desde un lugar no doloroso, pero no por eso concesivo o blando.
Como cada vez que asoma a mostrar su obra, llama la atención; con alto vuelo plástico y un sólido planteo conceptual, Panes provoca regocijo visual a la vez que pega directo a la razón y al corazón.

Testimonios de Carlos Giusti Integrante de La Cantora
La muestra rescata a los héroes ignorados. A los trabajadores desaparecidos, a los que no tuvieron ni tienen voz.
“Testimonios de acontecimientos dramáticos ocurridos a través de la historia de nuestro país, de los cuales algunos aún perduran, un homenaje a los ignorados que lucharon y a los que aún luchan”.Las técnicas son para Giusti herramientas que están servicio de lo que se quiera lograr como expresión, “lo más importante es el mensaje, todas las técnicas del oficio de pintor, de dibujante se pueden utilizar para lograr el resultado”.

Radio La Cantora realizada por privados la libertad
Presentación de CD.
Radio la Cantora decidió contar su historia de 14 años. Para ello editó un disco. En él los privados y privadas de la libertad recopilaron los ejes principales sus dichos, sus reflexiones y también radioteatro. Un discurso propio construido colectivamente.

Kamaruko Percusión Argentina
Fabián Tejada, director

“Si uno explora en el lenguaje de los tambores, mas allá de estilos y tradiciones puede descubrir su propio folcklore (costumbres de vida, saber, infancia, juventud, presente,etc.)”.La autenticidad de cualquier música étnica se origina, en que no hay distancia entre lo que se vive, y lo que se toca.Influenciado por maestros como Naná, Domingo Cura (el pionero argentino), Hermeto, Giovani, Santana, Vakti, entre tantos, y fundamentalmente mi propio maestro Daniel Mele, comencé a componer mis propias obras de percusión, como "Viaje al Sol", nutridas de todas las vivencias en la Patagonia, los viajes por la línea sur, las montañas de Bariloche, el majestuoso Río Negro en las orillas de Viedma y Carmen de Patagones.
KAMARUKO ceremonia que el pueblo Mapuche realiza, año tras año, para fortalecer el "NEWEN" "RAKIDUAM", "KIMUN ", "GULAM", "ADMOGEÑ" (fuerza, pensamiento, ser, saber, consejos, esencia de la vida), y reafirmar que la Cosmovisión Mapuche es sabiduría que se desarrolla durante milenios.

“Artistas Entre Rejas” muestra plástica
“El trabajo constituye un derecho y un deber de los privados de la libertad. Es una de las bases del tratamiento y tiene positiva incidencia en su formación”, señala el artículo Art. 106. Ley 24.660; y el articulo 113 se refiere expresamente a la actividad que cumplen los internos en el Proyecto “Artistas Entre Rejas”, “Artistas Entre Rejas” es coordinado y encabezado por personas privadas de la libertad de la Unidad Penal Nº 4 de Entre Ríos, Fabián Henry, de 40 años de edad, que esta terminando de cumplir una condena, acompañado por otras 35 personas privadas de su libertad, procesados o condenados, por causas federales o provinciales, radicados en el Penal Urquiza, perteneciente a la Provincia de Entre Ríos y ubicado en la ciudad de Concepción del Uruguay, a orillas del río homónimo.



Radio La Cantora
Por favor difundir.
radio.lacantora@gmail.com - radiolacantora@hotmail.com
http://radiolacantora.blogspot.com

Contactos
Azucena Racosta (0221) 15-4381306 -- Fabián Viegas (0221) 15-5110318
Pablo Casals (011) 15-55731109 -- Fabián Sampietro (011) 15-61989945

27 de noviembre de 2006

1º Encuentro de Organizaciones con Trabajo Carcelario



1º Encuentro Nacional
de Organizaciones con Trabajo Carcelario

La Plata – Sábado 2 de diciembre 2006

Objetivos

•Generar una red de organizaciones que discuta y accione sobre las problemáticas de las cárceles.
•Estudiar la política penitenciaria en la República Argentina.
•Discutir el rol de las organizaciones sociales en la problemática carcelaria.

Cronograma:

09:00hs. Apertura de la muestra “Testimonios” de Carlos Giusti y “Panes” de María Suárez, artistas plásticos, integrantes de La Cantora.
09:30hs. Panel de apertura Dr. Elías Neuman, acompañado por personas privadas de la libertad (integrantes del proyecto La Cantora), detenidos actualmente en penales de la provincia de Buenos Aires con salidas transitorias: Fabián Sampietro, Diego Candia (ex-detenido), Pedro Canclini (ex-detenido) y otros.
11:30hs. Presentación de las organizaciones. Puesta en común de las experiencias y problemáticas de cada provincia.

13:30hs. Talleres.
1- Las cárceles de la pobreza. Coordinado por Azucena Racosta
2- Desmilitarización. Coordinado por Pablo Casals
3- Porosidad de las cárceles para la participación de las organizaciones. Coordinado por Fabián Viegas
17:00hs. Plenario.

18:00hs. Panel de cierre. Dr. Hugo Cañón de la Comisión por la Memoria , Dr. Rodrigo Borda del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), Dr. Oscar Rodríguez de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata), Dr. Pablo Salinas de Asociación Xumec y Azucena Racosta, de La Cantora.

19:30hs. Cierre: Kamaruko (percusión argentina), La Salamandra.

Lugar:
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Calle 4 entre 43 y 44, La Plata, Buenos Aires.
Organización:
Fabián Viegas: 0221 – 15 511 0318
Pablo Casals: 011 – 15 557031109

7 de noviembre de 2006

RADIO LA CANTORA en FM FUTURA

Radio La Cantora

Una radio para agilizar lo oídos y destrabar la lengua.
Realizada por personas privadas de la libertad.


Transmitiendo con antena prestada



Jueves 9 de Noviembre – 19 hs.


FM FUTURA 90.5


La Plata – Pcia. Bs As.



Colectivo de Comunicación Popular Radio La Cantora


radio.lacantora@gmail.com - lacantora@hotmail.com
radiolacantora@hotmail.com


http://radiolacantora.blogspot.com

12 de octubre de 2006

Quiénes Somos

“… porque de este lado estamos los más necesitados,
los más desprotegidos, los que siempre fuimos patoteados”.
(Ricardo)
“Somos humanos, sufrimos, lloramos, si nos cortan sangramos,
tenemos familia, entendemos y razonamos como cualquiera.
Que nos hayan privado de la libertad no significa que seamos ignorantes, que no tengamos derecho a la vida y a la justicia”
(Walter)



Somos los hijos de la asistencia pública, de la educación pública, de los reformatorios, de las villas de emergencia y los asentamientos: allí aprendimos la vida.
Desde que ejercitamos la comunicación, a través de Radio La Cantora: el odio cobró otra forma; del rencor brotó una idea y esa idea se vuelve indestructible a medida que avanzamos.
Nos convertimos en los intérpretes del deshecho humano: del residuo que se corrompe en las prisiones, bajo los puentes, en el fondo de la fétida pudrición de las ciudades.
Nuestra obra está hecha del líquido que segregan miles de corazones resecos y pisoteados: es corrosiva; pero también calmante para nuestros hermanos de miseria y desesperación.
Los poderosos hablan por nosotros, nos construyen y definen según sus intereses.
Desde La Cantora hablamos nosotros, nos definimos con lenguaje propio, y nos construimos colectivamente.

El surgimiento de este proyecto dentro y fuera de las cárceles está ligado directamente a la necesidad vital de crear espacios de resistencia al discurso hegemónico.
La comunicación popular es el área elegida para trabajar, desde la perspectiva dada por su objetivo: la liberación. Instancia generada por la recuperación de la palabra mediante las prácticas que la abordan a partir del debate colectivo, como forma de parir un pensamiento crítico de la realidad.
Los privados de la libertad que integramos La Cantora nos hemos transformado en multiplicadores intra y extra muros. Con la lucha recuperamos la vida y con ella los sueños. Somos trabajadores ocupados y desocupados, artistas, periodistas, sociólogos, poetas y estudiantes universitarios que recuperamos la vida comprometidos con el cambio social.

11 de octubre de 2006

Aumentan las Huelgas de Hambre en las cárceles bonaerenses
A doce días de iniciada la protesta, 20 Unidades Penales de la Provincia de Buenos Aires mantienen la medida de fuerza.

Cada vez son más los internos de diferentes unidades penales bonaerenses que se adhieren suman a la Huelga de Hambre General iniciada el pasado jueves 21 de septiembre por los internos de la Unidad Penal Nº 9 de La Plata, en reclamo por las masivas irregularidades de sus situaciones judiciales de las que son víctimas.

Al momento de iniciar las huelgas, los internos de la Unidad 9 denunciaron ante el Poder Judicial, el Legislativo y el Ejecutivo que la medida obedecía a la demora innecesaria y denotada en el agravamiento de las situaciones legales de los internos que se encuentran en esta unidad. Cabe mencionar, que a doce días de iniciadas las huelgas, el número de unidades penales, que en forma total o parcial se han sumado a la medida, asciende a 20.

La medida de fuerza nace a partir de continuos reclamos de parte de los internos por la agilización de los procesos judiciales, ya que el 70% de ellos se encuentran en condición de procesados –sin condena firme-. La mayor parte de ellos se encuentran en esta situación desde hace más de ocho años, llegando a haber casos de internos con 30 años privados de la libertad sin condena firme.

Las Unidades que se han sumado a la medida en forma total o parcial son: la Unidad Nº 1 de Lisandro Olmos; la U 6 de Dolores; U 7 de Azul; U 4 de Bahía Blanca; U 8 y 33 de mujeres; U 30 de Gral. Alvear; U 24 de Florencio Varela; 38 de Sierra Chica; 37 de Barker; U 28, U 35 y 36 de Magdalena; U 17; U 18 de Gorina; U 42 y 43; U 45 de Melchor Romero; y U 15 de Batán.

En la declaración de Huelga de Hambre, los internos diversifican el reclamo hacia los tres poderes provinciales y el Poder Legislativo Nacional.

En cuanto al Poder Judicial Bonaerense, los internos reclaman a la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, la declaración de inconstitucionalidad del Art. 24 del%2

Rehenes de la Industria de la Pobreza

Rehenes de la Industria de la Pobreza

La derecha política enquistada en el poder judicial, tiene de rehenes a casi 20.000 personas detenidas. La carne humana se ha convertido en moneda de cambio de la industria más rentable del momento. Las Unidades en Huelga de Hambre ya suman 23. Unidades Penales Federales se sumaron a la protesta.

La masiva adhesión a las huelgas de hambre dentro de las unidades bonaerenses, ha empujado a la superficie una fotografía de la dinámica económico social de nuestro país, y del quehacer del estado de derecho que la regula.

Cerca de 35.000 personas se encuentran detenidas dentro de las cárceles de la Provincia de Buenos Aires. Al menos el 70 % de ellos se encuentra en situación de procesados sin sentencia firme, con un promedio de prisión preventiva de 8 a 12 años de detención, cosa que excede ampliamente, los dos años de plazo razonable que establece el Pacto San José de Costa Rica.

Por tanto, la medida de fuerza -que nació a partir de los continuos reclamos que desde hace años llevan adelante los internos por la agilización de los procesos judiciales-, no resulta un fenómeno espontáneo. Menos aún, si caemos en la cuenta de que casi 20.000 personas están siendo rehenes del sistema judicial en toda la Provincia de Buenos Aires. De allí que a trece días de iniciadas las huelgas de hambre, las unidades penales sumadas a la protesta lleguen a 23.

La Huelga de Hambre General impulsada desde el jueves 21 de septiembre por los internos de la Unidad Penal Nº 9 de La Plata, continúa sosteniéndose en el reclamo por las masivas irregularidades de sus situaciones judiciales de las que son víctimas. En la declaración de la medida, los internos diversifican el reclamo hacia los tres poderes provinciales y el Poder Legislativo Nacional.

Reclamo que se cobró de validez oficial el día 25 de septiembre, cuando la Comisión Interjuridiccional para Seguimiento de la Problemática Carcelaria, se comprometiera con los internos en huelga a tomar cartas en el asunto, según los puntos que los internos asentaran en el petitorio emitido el día 21.

La primera respuesta que tuvieran los internos de parte de esta comisión, no fue satisfactoria. El día 27 de septiembre, la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires, emitió un comunicado de seis puntos, donde los primeros tres hacían referencia a que la excesiva lentitud de los procesos judiciales, se debía a la falta de presupuesto e infraestructura de trabajo dentro de la estructura judicial de la provincia. En los restantes ítems, la Corte se comprometía a analizar la necesidad de replantear los reclamos de los detenidos, para poder dotar mayor celeridad a los procesos judiciales.

Mientras la Comisión se toma su tiempo, el sistema penitenciario bonaerense se apresta a cumplir su segunda década de colapso general. Más aún si recordamos que las reformas propuestas en materia penal al Poder Legislativo Nacional y aprobadas por las cámaras – las “Leyes Blumberg” -, han dejado un saldo de 10.000 nuevos detenidos en las cárceles bonaerenses en el último año.

Los internos en huelga de Hambre, reclaman a la Corte Suprema de Justicia de la Provincia –entre otros puntos, la declaración de inconstitucionalidad del Art. 24 del Código Penal; la plena y preferencial aplicación de la Ley Nacional de Ejecución Penal 24.660 por sobre la Ley Provincial del mismo tenor 12.256; y la derogación efectiva de la Ley 12.405 –“Ley Ruckauf”, que disponía la prisión preventiva de manera automática, y cuya reforma sólo ha beneficiado hasta el momento, a los miembros de las Fuerzas de Seguridad, acusados de homicidio, torturas seguidas de muerte, apremios ilegales y privación ilegítima de la libertad.

Pareciera además que nadie quisiera hacerse cargo del costo político que tendría la correcta aplicación de las leyes vigentes. De considerarse el reclamo de los internos en huelga de hambre, la Suprema Corte de Justicia Bonaerense, debería liberar casi automáticamente, a esos 10.000 detenidos encarcelados en el último año.

La respuesta desde el Poder Judicial bonaerense a este razonamiento, se empara en la horizontalidad y amplitud de criterios que poseen los jueces de la provincia a la hora de tomar decisiones. Lo curioso de esta situación es que la amplitud de criterios, perjudica en el 98% de los casos al mismo sector social: el más pobre.

El promedio de edad de las personas privadas de la libertad en la provincia, es de 21 años. El 80% de ellos proviene de los sectores más sensibles de nuestra sociedad. Es decir, hablamos de personas a las cuales se las ha condenado a muerte desde el mismo momento de su nacimiento.

Jóvenes que han pasado a ser la materia prima, la moneda de cambio, de la Industria de la Pobreza. Miles de jóvenes argentinos son encarcelados diariamente por el delito de ser pobres. Cada “niño” detenido le cuesta al Estado provincial una partida que ronda los mil pesos, de los cuales a los detenidos llegan sólo migajas.

Las grandes masas de dinero que se movilizan solamente dentro de la estructura judicial, incrementa diariamente las arcas de los jueces y funcionarios judiciales adictos a las consignas de mano dura y militarización de las calles.

El crecimiento geométrico de la población carcelaria, se relaciona directamente con otra de las industrias que movilizan la economía mundial por estas épocas. No resulta difícil encontrar conexiones entre la violencia inherente a la pobreza extrema y las disputas del mercado de la droga o la desesperación del “niño” drogadependiente.

El Estado, el Capital, y la derecha política, reaccionan con más violencia frente al conflicto. Se diseñan leyes cada vez más duras y se otorgan mayores poderes y presupuestos a las fuerzas de seguridad. El narcotráfico – entre otras tantas formas de disciplinamiento social- es demonizado como factor único de agudización de la violencia de los pobres, y legitima la represión hacia esos sectores.

Fue en nombre de la defensa de la seguridad pública –“para garantizar la integridad física y el patrimonio de la ciudadanía”-, los diferentes gobiernos latinoamericanos han llamado en los últimos años, a un combate frontal contra la delincuencia organizada y reducirla a su mínima expresión, para evitar que represente un riesgo para la gobernabilidad.

Esta nueva doctrina de “Seguridad nacional” requiere para su puesta en marcha, unificar e integrar la operación de todas las corporaciones policíacas de los países del continente, y reformar los Códigos Penales para hacer más duras las penas. Significa también, más toma de deuda para financiar las reformas en las estructuras de seguridad y, más fondos para programas de lucha contra la violencia y prevención de las adicciones en las organizaciones comunitarias.

Así, estos miles de jóvenes pobres, “condenados a muerte” por el proyecto económico neoliberal, sobreviven en cárceles superpobladas, en los suburbios de las grandes ciudades o en las calles, de los países latinoamericanos. Estos jóvenes funcionan como chivo expiatorio, ya que sobre ellos se está canalizando toda la agresividad latente en los sectores de la derecha integrista, católica y militarista, que añora y reivindica la última dictadura cívico-militar. El mismo sector de la sociedad, responsable del secuestro y desaparición del ex militante popular Jorge Julio López.

Por todo esto, son los mismos “condenados a muerte” alojados en 23 unidades penitenciarias provinciales y federales, sostienen desde hace 13 días, la huelga de hambre general. Al día de hoy,las Unidades que mantienen la medida en forma total o parcial son: la Unidad Nº 1 de Lisandro Olmos; la U 6 de Dolores; U 7 de Azul; U 4 de Bahía Blanca; U 8 y 33 de mujeres; U 30 de Gral. Alvear; U 24 de Florencio Varela; 2 y 38 de Sierra Chica; 37 de Barker; U 28, U 35 y 36 de Magdalena; U 17; U 18 de Gorina; U 42 y 43; U 45 de Melchor Romero; y U 15 de Batán. Todas ellas pertenecientes al Servicio Penitenciario Bonaerense. A ellas se han sumado la Unidad Penal Federal Nº 3 de Ezeiza, y el Complejo Nº 1 de la misma localidad.

Asistimos de esta manera, al teatro presidido por un nuevo escenario Latinoamericano, donde los gobiernos dicen respetar el derecho a la protesta, a la vez que aparece solapadamente, una criminalización de nuevo tipo, que se puede chequear en cada uno de los países del continente: el armado de causas llamadas “comunes” implica sacarlas del terreno de lo político, para los sectores populares que se resisten a las políticas de hambre y violación sistemática de los derechos humanos.

Lo que aparece como dato preocupante es que, progresistas de diversos gobiernos, repiten con frecuencia -por lo bajo- que “hay sectores de la población que son irrescatables”. Frase que naturaliza la condena de antemano contra los mas desprotegidos, el abandono de políticas económicas y públicas dirigidas a la recuperación del trabajo y la dignidad por parte de estos sectores.

Y de perpetuarse esta situación, millones de dólares se seguirán utilizando para nutrir los aparatos burocráticos y los bolsillos de los que asumen como discurso “El Estado Social de Derecho”. Un enjuague de conciencia de militares genocidas, políticos neoliberales, profesionales y académicos, devenidos en tecno-pobres.


- REIVINDICAMOS las huelgas de hambre de los compañeros en su lucha por la libertad
- CONDENAMOS y COMBATIMOS la Criminalización de la Pobreza.
- EXIGIMOS la aparición con vida del compañero Jorge Julio López.
- EXIGIMOS la continuación de los juicios a los genocidas



3 de Octubre de 2006
POR LA VIDA Y LA LIBERTAD

Colectivo de Comunicación Popular
Radio La Cantora